Desgastada pero magnífica, desgastada pero digna, divertida pero locamente frustrante – Cuba es una tierra de magia indefinible.
Esperar lo inesperado
Cuba es como un príncipe con un abrigo de pobre: el polvo de oro permanece detrás de las fachadas a veces deterioradas. Son estas ricas dicotomías las que hacen que viajar aquí sea un emocionante y estimulante paseo en montaña rusa. Atrapado en una falla temporal y asediado por un embargo económico que ha durado más de medio siglo, este es un país donde se pueden abandonar las suposiciones cotidianas y esperar lo inesperado. Si Cuba fuera un libro, sería el Ulises de James Joyce: estratificado, difícil de entender, a menudo incomprendido, pero sobre todo, un clásico.
Legados históricos
Sin la interferencia moderna, las ciudades coloniales de Cuba no han cambiado mucho desde que los piratas acecharon el Caribe con mosquetes. La atmósfera y la arquitectura son particularmente evocadoras en La Habana, Trinidad, Remedios y Camagüey, donde grandes plazas y calles empedradas cuentan antiguas historias de opulencia e intriga. Pero a pesar de las intervenciones de conservación, muchos edificios yacen en ruinas como viudas viejas esperando un estiramiento facial. Con más fondos, estas reliquias pueden ser resucitadas. Gracias a la inversión privada, muchos ya han sido parcialmente renovados y transformados en espectaculares casas familiares o en restaurantes de temática retro que muestran con orgullo su pesado patrimonio histórico.
El despertar de un país
Rara vez ha habido un mejor momento para visitar Cuba. El sector privado está mostrando los primeros brotes de un manantial creativo, mientras que las grandes marcas de esta conocida locura del norte aún no han diluido la magia cultural. Por consiguiente, el país está lleno de experimentos. Aquí, un café de espíritu libre donde estudiantes serios se reúnen para discutir la contribución del Che Guevara a la revolución mundial; allí, un estudio de arte vanguardista donde el mobiliario es tan extravagante como las exhibiciones. Desde la rural Viñales a la urbana Habana, es como si todo el país despertara lentamente de un profundo sueño. Ven ahora y súbete a la ola.
Más allá de las playas
La gran mayoría de los turistas cubanos se sienten atraídos por los atractivos arcos de arena blanca que bordean la costa norte del país y las islas de la costa. Pero un paso más allá de las playas y te encuentras en un territorio diferente, una tierra de bosques fértiles y pantanos infestados de cocodrilos, plantaciones de café abandonadas y montañas escarpadas tan famosas por su folclore revolucionario como por sus especies endémicas. Una vez observada por el científico alemán Alexander von Humboldt, Cuba es una especie de las Galápagos del Caribe, donde coexisten curiosidades contradictorias. Salga de los caminos trillados y vaya en busca de ellos.